La artista visual Irma Sofía Poeter destacó la importancia del cambio, la innovación y la búsqueda en los procesos creativos que implica cualquier trabajo artístico. Como ejemplo, se refirió a un proyecto de textil que realizó en el Estado de Oaxaca, de cual dijo, “no sólo fue una experiencia de plenitud, también de aprendizaje”.
Lo anterior lo comentó durante el conversatorio virtual “Arte en los Tiempos Actuales—Tlazeltéotl, florecer desde el fango”, realizado el 7 de mayo en el marco del programa digital “La Cultura Continúa”, organizado por la Secretaría de Cultura de Baja California.
“Creer en el otro, trabajar en equipo, sentirte parte de una comunidad; fue algo que descubrí en este proyecto. Fue una manera de conectarme con otra manera de pensar; yo tengo referencia en el contexto del norte México, descubrir los proceso de convivencia, de encuentro, de contacto en el sur del país, enriqueció mi arte”.
Añadió que el trabajo artístico también se nutre de circunstancias que se van encontrando en los procesos creativos “en este el caso, del trabajo con las comunidades, los conceptos de ‘diversidad’ y ‘colectivo’ enriquecieron porque no solo me aportaron ideas de vestimentas y textiles, también las lenguas y la cosmovisión de las personas”.
Otras herramientas que señaló la artista visual, como elementos que ayudan a desarrollar la creatividad artística, es el diálogo con puntos de vista diferentes, así como los contextos históricos de las regiones donde se colabora, “en la experiencia de Oaxaca, la conversación con los artesanos me remitió desde el sujeto a la historia de sus pueblos”.
Para concluir la charla, Sofía Poeter respondió a la pregunta de cuál es la mejor metodología de trabajo para un artista: “El mejor método de trabajo es ir con el corazón por delante, tener abierta la intuición, la curiosidad… claro, antes hay que tener los conocimientos básicos y un proyecto, pero el corazón siempre va adelante”.